Los Serrati y los Bendlin son la “savia joven” de la mafia de los despojos de inmuebles ajenos, afirma Mariano Sopeña
En la segunda entrega de la entrevista realizada por el periodista Augusto Barreto al hijo del fallecido ginecólogo español Angel Sopeña, Mariano Sopeña, éste afirma que el modus operandi que utilizaron con su familia para despojarlos de la importante propiedad que tenían en Luque y que hasta ahora es conocida como “Mansión Sopeña”, es el mismo que usaba La Camorra italiana o la Cosa Nostra estadounidense.
“El modus operandi de esta gente es realmente, o sea, sin lugar a duda es una forma de operar mafiosa, una forma de operar que es perfectamente comparable con la forma en la que trabajaba “La Camorra” o “La Cosa Nostra” en los años 30 en Italia o en Estados Unidos” indicó.
“José Serrati es, por un lado, el hijo de Gilda Bordón, director del (estudio jurídico) Bordón-Roux- Serrati” y es el director de “CIVIS S.A.” “BGS DEVELOPMENT” así como de otras empresas como “INBROKER, “MOTOR HOUSE” y toda las demás empresas a través de las cuales operan los yernos de Cartes y su hija.”, enfatizó.
“Es representante de todas las empresas de la “línea joven” digamos así, del Grupo Cartes, que pertenecen a los yernos de Cartes y es a la vez el hijo de Gilda Bordón.”
Sopeña responsabiliza además de la propia muerte de su padre, un médico internacionalmente reconocido, a la rosca mafiosa que ordenó el ataque a golpes que sufrió y de cuyas secuelas nunca pudo recuperarse.
“Mi padre – dice Mariano Sopeña- fue víctima de atropellos de esta gente, apaleado dentro de nuestra casa, sufrió contusiones craneales muy graves, él estuvo internado en el hospital Español en Sajonia, en el sanatorio Español estuvo meses ahí dentro. También mi hermano fue llevado preso, yo fui golpeado, realmente es triste que mi padre de con todos los sueños que él tuvo, de terminar su vida en Paraguay en un lugar feliz haya muerto tan miserablemente y hoy nosotros sus hijos tengamos que sufrir todo lo que esta gente nos hace en confabulación con las fuerzas del Estado.”
“Es totalmente impensable que en un país supuestamente civilizado se permita que grupos empresariales ataquen a familias indefensas a golpes, amenazas.”, afirma enfáticamente desde el exilio al que obligatoriamente tuvo que someterse su familia.
“Mi padre era un hombre ya de avanzada edad, tenía ya 78 años cuando falleció. La paliza que le dieron, los golpes que le dieron le debilitaron de tal forma que él ya nunca más pudo recuperarse y de hecho murió poco después”
Mariano indica que antes de dejar el Paraguay, recibió la información que Vincenzo y José Serrati, los hijos de Gilda Bordón, estaban tras su pista a fin de –posiblemente- atentar contra él u otro miembro de su familia. “Tenían planeado buscarme dónde estaba y que iban a eliminarme, que si no lo conseguían iban a meterme preso y fue por eso que tuve que irme. Pero si me hubiera quedado en Paraguay si mi familia no se hubiera ido a Estados Unidos, realmente la suerte que hubiéramos tenido no hubiera sido la de solamente perder una propiedad sino la de perder la vida”, lamentó.